jueves, 20 de octubre de 2011

LA CEOE ME TOCA LOS...

A ver, yo pensaba que estábamos en democracia, que la negociación colectiva era eso, una negociación y lo que está pasando últimamente parece terrorismo patronal.

Resulta que este año, tras mucho ir de pedigüeños, la CEOE consiguió que saliera adelante una reforma laboral que entre otras cosas, abarataba el despido, diciendo, que así mejoraría la contratación. Según un reciente informe de CCOO, que publicó el 29 de septiembre EL PAIS,  las consecuencias fueron estas:  Si el Gobierno confiaba en que el contrato de indemnización reducida, de 33 días por año trabajado en caso de despido, alentaría un cambio en el modelo contractual, corrigiendo el peso excesivo de fórmulas temporales, la situación es bien distinta. A juzgar por lo reflejado en el informe, tras la reforma se mantiene la contratación temporal, que aumentó en un 2%, mientras los indefinidos ordinarios cayeron un 14% y sitúa su proporción sobre el total de contratos por debajo del 5%, "la cifra más baja en años". Mientras, los "despidos exprés", con 45 días de indemnización, descendieron un 17%, a la vez que los objetivos, con 20 días de compensación, aumentaron un 46% lo que, para CC OO, demuestra "que la reforma laboral favorece la rescisión del contrato fijo de los asalariados".
Entonces, ya que no somos tan listos y todos nos equivocamos, teniendo los datos, usémolos como lección aprendida, no?. Es decir, la última reforma laboral sólo hizo que perjudicar al trabajador sin crear empleo.

Ahora hagamos un ejercicio de imaginación. Si tú llevas tu coche al taller, y el del taller te dice "no le arranca porque le falla la batería" y te la cambia y sigue sin funcionar, entonces es que la batería no era, no?. Si el señor del taller, insistiese 20 veces en cambiarte la avería y tu coche no arrancara acabarías mandándole, a él y a su profesionalidad, a donde amargan los pepinos.

En el caso de la CEOE no es así. En vista de que la reforma les ha beneficiado a ellos, siguen tratando de cambiarnos la puta batería. Yo creo que Rosell, tiene algún chanchullo con la TUDOR..Dado que tienen claro, quien va a ganar las próximas elecciones, están poniendo todas sus cartas sobre la mesa. Pueden pedir, pueden chantajear, pueden conseguirlo.

Ahora imaginemos una sociedad ideal para el empresariado español. Y ojo, que cuando hablo de empresarios no hablo del vecino que todos tenemos que se deja los cuernos de sol a sol para sacar poco más que un jornal, ya que a ese, lo siguen friendo a impuestos. Hablo de los que tienen la sartén por el mando. De esas empresas, donde los trabajadores, hace años que pasaron a ser Recursos Humanos, y de este modo, son vistos como meras máquinas.

En esta sociedad ideal, el empresario, puede contratar a un licenciado universitario, durante un montón de años con contratos en prácticas. Por supuesto, ese ingeniero o similar no podrá ni toser en ese tiempo. Cuando acabe con las prácticas, este ingeniero, puede pasar a formar parte de la plantilla, pero ojo. Si tiene más de 30 años ya puede ir cuidándose. Si le empiezan a salir canas, ya se está convirtiendo en un Recurso en la mitad mala de su vida útil, que acaba a los 40, ya que a esa edad, exige más porque entre otras cosas,seguro que hasta quiere tener hijos. En ese momento, el empresario, ya puede ir tirando de otros ingenieros jóvenes, entusiastas y pardillos e ir dejando de lado a este cuarentón. El cuarentón, a la más mínima irá a la calle. Es decir, habremos amortizado el Recurso Humano, antes de que empieze a degradarse y a que su coste suba por obsolescencia, y nos podremos deshacer de él a coste casi 0, y reemplazar por otro. Mejor incluso que el leasing del BEMEUVE, que eso sí nos cuesta una pasta gansa. Al fin y al cabo, ni conocemos al ingeniero ni falta que nos hace. Es un recurso más.

En fin, que lo que viene buscando esta gente, es producir en España, a precio de China, India o cualquier país similar, y encima durmiendo en casita.
Para colmo, la gente está tan adormecida, que si los sindicatos proponen movilizaciones para parar esto, serán incapaces de salir a la calle y mucho menos darles con una huelga en las narices que es lo mínimo que se merecen. En fin, que miedo me da la que nos viene encima. Negociar con chantajes no es negociar, es intimidar, espero que no consigan todo lo que quieren, no ya por mí, si no, por las generaciones que vendrán detrás, a las que les habremos quitado todos sus derechos sin darles opción.

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