miércoles, 10 de abril de 2013

BORBÓN Y CUENTA NUEVA

Qué pena que el cuadro de Goya no hablase (sólo le faltaba eso)
 Los Borbones no tienen memoria histórica. Si la tuvieran se acordarían de la que se lió un 2 de mayo de 1808, el infante Francisco de Paula, quiso salir de tapadillo de España, para dejar el palacio Real limpio de polvo y paja, para que viniese José Bonaparte. El problema es que como buen Borbón, el infante dio mucho el cante y le pillaron. Esto dio lugar a una revuelta que desembocó en aquellos fusilamientos que tan bien plasmó Goya en uno de sus más famosos cuadros.

El otro día leyendo las noticias me enteré de que el Rey está haciendo como en su día hizo Carlos IV, moviendo los hilos, para que un miembro (o ex-miembro, según lo malpensado que pueda llegar a ser uno), abandone España por la puerta de atrás para librarse de las consecuencias de haber desvalijado unas cuantas Cajas de las CCAA.

Así que el bueno de Iñaki quiere irse a trabajar (ji,ji, me da risa pensar lo que entenderá este como trabajar) a Dubai, sitio exótico y lejano, donde puede quedarse tranquilito alejado de la opinión pública, la presión mediática y el brazo de la justicia (aunque digan que no).

El caso, es que, como en el 2 de mayo de 1808, ya se está corriendo la voz, para evitar que este pollo salga de España, dado que dejaría a la justicia en un lugar muy rastrero y bajo, por ser aplicada en este caso de una forma tan laxa y poniendo en evidencia que la igualdad ante la ley de los españoles no existe.

Encima, tendremos la malísima suerte, de que si esto provoca algún altercado, el gobierno despaña, no dude en usar la policía que todos estamos pagando con nuestros impuestos para reprimir estos hechos, esgrimiendo como siempre la banal excusa de “mantener el orden público” o “garantizar los derechos a viajar de todos los ciudadanos en paz”, excusas que ya no hay nadie que se las trague.

Lo malo esta vez, es que tanto el Rey como el Gobierno, están perfectamente compinchados en este aspecto y seguro que el mangante este saldrá de España de tapadillo, en algún vuelo charter o simplemente desde cualquier aeródromo privado para no llamar la atención. A la semana siguiente, por la tele volverán a ponernos un partido de “La Roja” y los españoles seguiremos sintiéndonos importantes. Aquí no ha pasado nada, sólo 200 años. Somos como la medalla del amor. Más tontos que ayer, pero menos que mañana.

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