miércoles, 11 de enero de 2012

NO NOS REPRESENTAN

Forges GENIAL
Cada día me sorprendo más leyendo las noticias sobre nuestra clase política. De verdad creo que los ciudadanos debemos de hacer un ejercicio de reflexión individual para saber cada uno a qué partido le ha estado dando su voto. Hemos llegado a una situación en que oímos hablar de la corrupción de la clase política y parece como que nos da igual. Es vergonzoso que se nos tome el pelo a la ciudadanía y nos quedemos alelados viéndolo.

Claro que nos han preparado para ello. Cuando las vacas eran gordas, el ser un ignorante no era más que un pecadillo menor. Cualquier ignorante acudía al banco y se ampliaba la hipoteca como le daba la gana y al día siguiente fardaba de bemeuve o TV de plasma de 200 pulgadas, a gustos, según lo garrulo que llegarse a ser el ignorante. La sensación de poder pagar lo que te daba la gana, aun endeudándote cuarenta años le hacía sentirse a uno un muy orgulloso ciudadano del primer mundo. Simplemente podías acceder al capricho que te daba la gana y eso te hacía sentirte Don Importante. ¿Para qué cuestionarse nada más?.

En los buenos tiempos nadie miraba el dinero, mucho menos el dinero público, que nos parecía ajeno, dado que nadie se cuestionaba si se gastaba bien o no. Como buenos educados consumidores, cumplíamos nuestra labor de hormiguitas automatizadas yendo al trabajo, pagando, consumiendo, volviendo al trabajo y volviendo a consumir, sin cuestionarnos nada. En cierta forma, actuábamos como se espera que actúen los bichos de una colmena u hormiguero, simplemente hacíamos nuestro trabajo, producir y consumir, que para eso la educación nuestra se basaba en un montón de horas absorviendo publicidad e información manipulada.

Como no teníamos cuestiones que hacernos, dejábamos que quienes tenían que velar por nuestros intereses se relajasen. Sabían muy bien en qué tipo de ciudadano nos habíamos convertido. Fueron gradualmente aumentando las desigualdades sociales sin que nos diésemos cuenta. Fueron metiendo la cuchara cada vez con más ansia en la tarta del dinero público , que pagábamos todos.
Como no éramos conscientes, todos los políticos y mangantes del país se fueron confiando. Además, dado que el sistema funcionaba, dejábamos casi por inercia que no hubiese alternancia política real. Lo mismo nos daba. De esta manera, los dos partidos principales, poco a poco han ido asentando sus posaderas cada vez por más tiempo en sus sillones. Esto aunque parezca que nos daba una cierta estabilidad politica, tenía un efecto cada vez más perverso, dado que estos políticos siempre acababan haciendo y debiendo favores. Las cadenas de favores se fueron haciendo cada vez más largas y los eslabones más caros de mantener.

Ahora nos hablan de deuda pública, cuando deberían decir mala gestión del dinero público. Nos hablan de insostenibilidad del sistema del bienestar, cuando mantener esto es la labor de un político para lo que le has votado. En definitiva, que al final de la corrida el político que votamos para servir al pueblo ha acabado sirviéndose del pueblo. Y lo que le queda. Eso sí, que nadie se piense que los líderes de esos partidos sienten lo mismo que sentimos la ciudadanía.  Siempre habrá clases y clases y ellos ya hace tiempo que se separaron del común de los ciudadanos. Para que nos representasen, habría que tocar unas cuantas leyes, y eso sólo se consigue por presión popular. Al final o muerdes o se te comen. Y hoy por hoy parece que nos va a pasar lo segundo, o espabilamos o seremos su carnaza.

5 comentarios:

  1. Roberto totalmente de acuerdo, qui nos comen, nos pusieron un caramelo en la que ya se acabo y ahora nos tocara pagar las malas gestiones de lo politicos

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    1. Gracias Jairo por tu comentario, un abrazo. A ver si nos toca la quiniela ;-) por lo menos¡¡

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  2. Repite conmigo Papadopoulos: No somos griegos, no somos griegos, no somos griegos... ¡joroña qué joroña!

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  3. No sólo no nos representan, como regla general, sea el país que sea...
    En mi tierra, en la crisis del 2001 (gestada a caldo lento previamente y con eclosión en ese momento), la sociedad pidió "no importa quién, cómo y cuándo fue, que se vayan TODOS" y transitamos la década sin que se fueran y peor aún, se suceden los funcionarios A, B y C que al asumir juran diciendo "si así no lo hiciere, que Dios y la Patria me lo demanden", pero no, no se les demanda, incluso se sienten propietarios de los fondos públicos y los utilizan discrecionalmente, todo ello sin distinción de banderías políticas.
    Y así nos va...

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    1. Gracias Paula por tu comentario. Efectivamente, son de otro pelaje, no tienen escrúpulos en engañarnos a todos.

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