La mesa de "Atrapa un millón" reconvertida para el debate a cinco |
Ayer hicieron por la tele otro deváter. Este era "a cinco", según decidieron llamarle. Yo creo que al final el que elige los nombres para los debates, ya lo hace inconscientemente como el que juega a la brisca. Si hubiesen participado 2 más del grupo mixto y EQUO, el debate se hubiese llamado "El SIETE Y MEDIO".
En fin, de entrada me sorprendió que ya no usaran la mesa del día anterior. Esto me hizo gracia. Tanto rollo con que si el plató, los colores de fondo, la ergonomía, las corbatas y demás tontás, para que al final la mesa esa la hayan dejado en la sala de los becarios de TVE (escondida en el sótano) para que estos se peguen ahí el almuerzo o se dediquen a echar la siesta sobre ella cuando no les ven. Además la colocación seguía siendo la misma, que en debate a dos, PP en una esquina, PSOE en otra y el resto como meros comparsas esperando a que alguno le pasara la sal o las aceitunas, para que se viera que el enfrentamiento seguía siendo cosa de dos.
Este tipo de programas en teoría creados para fomentar la creación de criterio de la gente, a mí me traen a la memoria al típico amigo que va a pedir un consejo y no sabe a quien pedírselo: tiene dos amigos donde elegir y ambos son dos carácteres opuestos. Su amigo Pepe es el discutidor, el que rompe con todo, el que siempre lleva la contraria. Pepe, al contrario que Juan, es el tolerante, el "blando" el que se deja llevar con la mejor de las sonrisas. Si nuestro amigo lo que quiere es que le den la razón porque tiene una decisión ya tomada, le pedirá consejo a Juan, que sabe que le va a dar la razón en todo y le reafirmará en su decisión; de esta forma, aun sabiendo que obra de un modo un poco cobarde, podrá excusar su opinión en que hay otros que opinan como él. Si por el contrario, está tan agobiado que lo que necesita es un empujón al lado contrario para dar el necesario paso rompedor ahí estará Juan, que antepone su opinión cuando está convencido de ella, aún a sabiendas de que su amigo va a tener que enfrentarse a un problema de los gordos e incluso puede enfadarse.
Lo que se hace en estos "debates" es colocar en lugar preferente a "los Pepes", para que sus votantes salgan fortalecidos en sus decisiones y no pasen por la angustia de pensar que a lo mejor hay otras opciones y su intención de voto no es la correcta. De allí que ni los partidos del Grupo Mixto ni ningún otro participen en ellos.
En cuanto al contenido del debate, ni PP ni PSOE, aportaron nada nuevo; de hecho, si se hubieran quedado en casita cenando con su mujer, (nótese también que no había ninguna opinando en la mesa en representación de ningún partido) no hubiese cambiado nada, porque ambos candidatos repitieron las consignas del día anterior como cuando eres pequeño y te aprendes un verbo de forma repetitiva y machacona.Yo creo que no las cantaban por vergüenza. "Yo recorto de aquí, tú recortas de allá, nosotros recortamos, vosotros recortáis y ellos recortan", y los demás si tienen hambre que se coman las uñas, es lo que hay y funciona así.
En cuanto a CIU y PNV , se dedicaban como es lógico a darle un enfoque al debate "barriendo para casa", que en cierto modo es lo que su electorado esperaba oir (de nuevo Pepe y Juan haciendo de las suyas).
El único que fue capaz de aportar algo nuevo al debate, fue IU, que fue el que se atrevio a decir que si lo que no funciona es el sistema de recortar, es porque están metiendo la tijera donde menos tela hay y no donde hay más, aunque el resto le mirara como diciendo "ya, ya, pero y si viene el mercado y nos come?"
En fin, al final, las elecciones tendrán el resultado previsto, ya que el electorado, está siendo no ya aleccionado por los partidos con mayoría parlamentaria, sino, por unos medios de información, perfectamente instruidos para que esto no cambie. El sistema, no funciona, está claro, pero tiene unos cimientos de hormigón capaces de esconder toda la basura que hay detrás y sólo una población muy preparada sería capaz de romper esos cimientos.
Hoy por hoy la población tiene acceso a la información pero no sabe utilizarla. Sabe consumir bienes, porque para eso les han enseñado en una economía donde mandan los mercados. De esta forma, consumen la información, quedándose sólo, con la que le presentan con colores más bonitos y los carteles de neón más grande. Pues no se engañen: sus políticos no son como quieren hacerles creer "2.0", funcionan con criterios obsoletos, porque son los principales interesados en que los cambios no prosperen. España huele a rancio, aunque la envolvamos en nuevas tecnologías y paripés de mil colores el país y los españoles, somos lo que somos.
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