Nótese la mano del ministro y la sonrisa de satisfacción de la chica |
Me ha gustado el gesto, o mejor dicho,
el "no gesto" de los 10 chavales estos que iban a recoger
el galardón con los premios nacionales fin de carrera del curso
2009-2010. Se han plantado delante del ministro de educación, han
recogido el diploma y no han estrechado su mano.
Habrá quien dirá que sí, que muy
bonito el gesto, pero que están influenciados por las corrientes
izquierdosas y peligrosas que les manipulan para hacer mella en la
imagen del gobierno y tal, pero yo, estoy orgulloso de que estos
jóvenes sean españoles.
Porque sí, ahora tanto que se habla de
la dichosa marca España, (si fuese Espuña, me la creería más que
es de chorizos), hacen falta gestos que demuestre que en España no
todo el mundo se deja llevar como borregos. Lo fácil para estos
chavales hubiese sido estrechar la mano y hacer la vista gorda, ser
uno más, pero no.
Estos jóvenes no son uno más. Lo han
demostrado ya con sus estudios y ahora lo demuestran con un gesto.
Nos encanta ver a Fernando Alonso haciendo los pajaritos en su coche
o a un jugador de la selección celebrando un gol. Nos sentimos muy
españoles, ¿a que sí?. Pues a mí estos tíos me han dado ganas de
sentirme español, han sacado la mala leche española, la que mola.
Porque en tiempos de crisis, la gente
que resalta es la que es capaz de hacer algo distinto. Es muy cómodo
quejarse de como está todo y no hacer nada por cambiarlo. Ver al
vecino pasándolo mal y pensar "que no me pase a mí" pero
no mover un dedo por echarle una mano. Así hemos llegado a donde
estamos. Los políticos han hecho su agosto, y la banca también,
pero asumamos nuestra parte de responsabilidad también.
Lo cómodo es no mojarse. Quedar bien
con todo el mundo. Ser buenos chicos y esperar nuestra oportunidad de
que se fijen en lo buenos chicos que somos y nos den un azucarillo. o
mejor aún, un enchufe, que no hacemos mal a nadie. En este país,
sin enchufes no somos nadie. Está bien eso de "no escupir en la
mano que te alimenta" o ser "agradecidos con el amo" a
ver si nos cae una longaniza extra.
Sí, lo cómodo está muy bien, pero la
gente que realmente cambia las cosas es la que es capaz de nadar
contracorriente. La que sabe decir "no", la que no da todo
por obvio. Esa es la gente que hace los cambios. Por eso me caen tan
bien estos chavales. Seguro que son los que más lejos llegan, y si
no más lejos, los que mejor lo hacen. Habrá quien diga que llevan
el paso cambiado, pero lo que me han demostrado a mí, es que todavía
piensan y obran con dignidad; y señores, en una crisis, hay que
rodearse de gente así, que se moje con las decisiones, que los
lameculos sólo sirven para apretar siempre el mismo botón.